Pobre corazón que no sabe que decir si te vas por lo que soy o por lo que nunca fui...

y te vas... pero dejarte ir es más difícil que borrar el cielo. Te vas y yo me quedo aquí.... te vas cuando más te quiero, te vas cuando mas desnuda tengo mi alma, te vas cuando te entrego este corazón cansado de ser reparado pero con la esperanza intacta y ganas de enamorarse justo de ti. 

Te vas y me provoca salir detrás de ti, cogerte la mano que antes con miedo me dabas, besarte... besarte el alma, besarte tan adentro que logre dejarte junto a mi. 

Te vas y me quedo con el sinsabor de no haberte dado todo de mi, todas mis horas y segundos, todos mis besos, todos mis abrazos, todo mi amor... te vas y yo me quedo con todo eso convirtiéndose en un nudo en mi garganta, convirtiéndose en un desespero, en una tristeza, en una frustración inmunda pues para ti todo se ha acabado justo cuando para mi apenas empieza. 

Todo se volvió tan frágil entre los dos.

 Dirás que todo terminó, que fue un error, que no es el tiempo de los dos... me dejarás tirada entre la gente, entre el cemento húmedo y entre la gente feliz, entre las luces de los carros, entre los vagones del tren... Te vas y me dejas dos o tres canciones de despedida, mil lagrimas y un corazón en pedacitos. 

Te vas y yo me quedo aquí con las ganas de que el mundo de las 180 vueltas que tiene que dar para dejarme justo junto a ti. 
Te vas.